Thursday, November 27, 2008

Plain and simple

I hate my job.

Wednesday, November 12, 2008

You can't go to Zara and then settle for Bulock's

And by this I mean that you can't see what you like, what you need in life and then settle for anything less than that. You can't go around changing your life to a 'lower quality garment' just because its cheaper -or simpler, as the case may be.

If you like going to Zara, go. If you can't afford the stuff there work and study hard. Again, it is obvious I'm not talking about clothes. I'm talking about your life. If its not at the place where you want it to be, work hard, change your surroundings and the people that don't work and go on, get that pretty pink blouse with the matching sweater you know you really want.

Sunday, November 9, 2008

To be fourteen...

After my Sunday morning ritual of reading the paper from cover to cover I decided to do some work. After working, and because my computer was already on, I decided to watch something on surfthechannel.com. I stumbled accross 'my so-called life'. I remember that show from when I was just starting my teen years. In fact, I remember seeing it first on ABC and then on MTv.

Oh, I remember Jordan, Ricky, Angela and RyAnne (although I'm not sure how you spell her name). So I loaded up the first episode and decided to watch. It all came back to me, feeling so out of place, so different, like I had changed so much while still looking the same. I remembered how badly I wanted to be special and shine. I remembered what its like to be a teenager. It was so hard, figuring out the world, what was beyond my family, my friends, and my school.

I have to say it is an amazing show. It spoke to a generation and made its mark within all of us who were lucky enough to see it and it did it in only onse season. My so-called life was an amazing experiment of looking at life through the eyes of the fourteen year old girl we all wish we were.

Saturday, November 8, 2008

¡Leímos por usted!

En mi otro blog tengo series recurrentes de blogs. Creo que mudaré varias de esas ideas para acá. El viernes leí esta columna de Juan Luis Font y me dio tanta risa (y me pareció tan acertada) que aquí les va:

El discreto encanto del frío
Esnobismo, la ilusión de vivir en un sitio de mayor calidad o quién sabe qué cosa.
Por: Juan Luis Font

Me burlo del tierno alborozo que invade a los capitalinos cuando hace frío, y mi mujer contesta airada ¡bananero!

Tiene razón. Crecí en la Costa y no disfruto esta época de vientos destemplados y vidrios sudorosos, como sí parecen hacerlo la mayoría de vecinos de la capital que sale a desempolvar guantes de gruesa lana, peludas bufandas o chumpas enguatadas o forradas con la piel de animalitos que duermen el sueño eterno. Cuando de niños mis hermanos y yo veníamos a la capital, necesitábamos reunir valor –incluso en marzo o abril– para sentarnos en la fría tabla del baño. Años más tarde me topé con que los asiáticos han inventado algo para evitar el martirio. Una pequeña tubería transporta agua caliente por debajo de la tabla y mantiene a una temperatura amigable el sentadero. No soy pues partidario del frío, pero creo que este comentario rebasa los meros gustos personales.

Es fácil percibir en quienes se visten para esta temporada cierta placidez que va más allá de la temperatura. (He visto a señoritos de mucho postín llegar a sus elegantes fiestas enfundados en abrigos de diseñador, y a proletarios que viajan en camioneta enrollarse con garbo la bufanda al cuello. Y no digamos los gorritos de lana. Hay que ver que la gente se atreve a cualquier cosa. ¿Ha visto por estos días a las damas con botas? Todo es gracias al frío. Este es un asunto muy democrático que no distingue de clase social). Se me antoja que muchos capitalinos sienten que el país –o por lo menos su ciudad– mejora de calidad cuando hace frío, que rebasa un poquito esa insoportable tara de situarse en el trópico (¡subtrópico!, me corrigen todo el tiempo). No es raro encontrar a quien anhele una blanca Navidad, o por lo menos una en la cual haga suficiente friíto para engalanarse sin necesidad de poner en marcha el aire acondicionado. Será porque en el imaginario local la Navidad valedera, la que Dios manda, está acompañada de nieve para que se deslice el trineo del barrigón de la barba blanca. Por eso se esparce esa especie de espuma artificial sobre los árboles que se importan de los bosques del norte o se instalan copias iluminadas de casitas de dos aguas entre mares de algodón que reproducen un paisaje de Nueva Inglaterra. El invierno intenso es una aspiración sentida.

Por décadas he oído el argumento de cuán mejores eran los tiempos en que aquí reinaba el viento helado y las personas necesitaban un abrigo a las 11 de la mañana. Pero consulto las estadísticas y, oh sorpresa, en los últimos 50 años el clima del país en general sólo ha variado en 0.7 grados centígrados.

Acaso la felicidad de quienes se abrigan para la temporada se explique simplemente como esnobismo. Cabe la posibilidad. Pero también es posible, no más posible digo, que esa actitud ayude a explicarse con la notoria incomodidad de muchos vecinos de la ciudad de Guatemala con el resto del territorio nacional. Esa diferencia que se explica con un solo término: el interior del país, para referirse a la provincia.

¿Por qué el interior? ¿Acaso la ciudad de Guatemala se encuentra afuera? En sentido figurado sí lo está. En la capital se encuentra el aeropuerto de donde parten los aviones que permiten llegar al mundo civilizado, del cual la ciudad es apenas un islote en este mar de rusticidad e ignorancia. Los del interior somos primitivos y retrasados, medio mudos sino mudos completos. Lo bueno, lo deseable se encuentra allá, al Norte, porque el interior es un lugar infesto de mosquitos, de culebras, de calor y de todo lo opuesto al buen clima, al viento helado que a partir de octubre redimen a esta noble capital.

Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20081107/opinion/78650/ citado el 8 de noviembre del 2008.

Monday, November 3, 2008

November winds

The year is gone! I can't believe we're already starting November and I already know its gonna go by really fast. I really can't wait for December. I actually dislike chrismas (just like anything that has to do with the hegemonic deity) but two of my best friends are going to be in town!

I might even ask for vacation time!